Bolivia : La Niña deja 2º mayor desastre en 4 años

Los tiempos
20/01/08

La Niña azota al trópico y los valles. Los estragos que el fenómeno climático deja a su paso hacen que Cochabamba soporte el segundo mayor desastre natural de los últimos cuatro años. Ya son 5 mil las familias damnificadas con las inundaciones, granizadas y heladas en la región, una cantidad que supera a los afectados en 2005 con 3.745 hogares y 2006 con 2.036, de acuerdo con cifras del Viceministerio de Defensa Civil.

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Sólo en Cochabamba, el clima se llevó cinco de las 12 vidas cobradas en Bolivia: tres en Sucre, dos en Potosí, una en La Paz y otra en Santa Cruz, según datos del viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco Aima.

Los daños que La Niña deja se asoman más a lo sucedido en 2007, cuando culminó El Niño. Los efectos del epílogo afectaron a 12.060 hogares, desde el trópico hasta los valles y los Andes. Los daños aún se pueden ver en la baja producción agrícola.

Aunque El Niño se marchó, hay señales que hacen presagiar que La Niña puede ser peor. Desde su llegada en noviembre del año pasado, se ha manifestado con fuertes tormentas en zonas focalizadas del departamento. En la zona tropical, el desborde de los ríos Ichilo y Chapare aisló por varios días a comunidades de Puerto Villarroel, Ivirgarzama y Villa Tunari. Hasta ahora, ésa es la región más afectada con más de 3 mil familias que sufrieron daños en sus viviendas y sus cultivos.

Después de cinco años, el valle alto vuelve a ser golpeado por las inundaciones con 1.075 familias damnificadas, esta vez por la crecida de los ríos Paracaya y Sulti. Mientras que el valle bajo sufre, por tercer año consecutivo, por los desbordes de los ríos Viloma y Charingo, que han dejado a 290 hogares en zozobra.

Por ahora, las inclemencias de La Niña han llevado a que se declare “Alerta Naranja” en Cochabamba y otros cinco departamentos del país. La pesadilla para los damnificados continúa debido que soportan una escasez de alimento, un éxodo y desempleo.

TESTIMONIOS

Alejandrina Churqui, afectada valle alto

“Comemos poco”

Mi casa se ha caído. Los peones ya no tienen dónde vivir. Estamos comiendo poca comidita. Así estamos viviendo. El agua se ha llevado catres, ropa, verduras. Las wawas están con la misma ropa. Del pueblo (San Benito) estamos llevando agua para cocinar, pero algunos no quieren hacernos ese favor. Yo hago trabajar las ladrilleras, pero ahora mi horno está lleno de agua. He perdido una horneada de 40 mil ladrillos y mi cuñado 60 mil. Ahora, las hornillas no valen.

Felipe Mamani, ladrillero afectado.

“Apenas escapamos”

Ha empezado a llover por la noche y después todo se inundó. El agua venía de arriba, del río (Paracaya). Ha rebalsado por el camino y el puente ha tapado todo y abrió un canal. Apenas hemos escapado. Cargados de bultos, con wawitas y casi nos ha tapado a nosotros también. Yo soy peón y los dueños de la ladrillera lo han perdido todo. Yo soy de Potosí y no tengo dónde quedarme. Nos hemos alojado en un corredor. Somos cinco.