Odisea Cósmica
10/02/10
La extinción de los dinosaurios no sucedería en uno o dos años sino que más bien lo que ocurriría es una extinción gradual de especies y esto supondría la negación de la teoría. sin embargo, la teoría de Némesis no necesitaría de una extinción de la vida inmediata. Algunas de las formas de vida que hubiesen sobrevivido al primer impacto serían exterminadas por otro impacto que golpearía tiempo después.
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Otros defienden que la órbita elíptica propuesta de la estrella de Némesis no podría mantenerse y que la compañera habría abandonado nuestro sistema solar hace tiempo. Las estrellas que pasasen cerca; provocarían que la órbita se volviese más amplia y menos estable.
Puesto que la teoría de Némesis no es precisa: las extinciones que ocurriesen fuera de un intervalo de 24 a 30 millones de años mostrarían que la teoría no es válida. Sin embargo si consideramos que los encuentros de Némesis con estrellas cercanas provocarían una desviación de la órbita de Némesis, y un cambio en el período de varios millones de años, al resultar perturbada su órbita, la hipótesis tendría por ahí un apoyo.
La evidencia definitiva que apoye la teoría de Némesis es por supuesto una prueba observacional de la estrella. Se piensa que Némesis podría ser una estrella enana roja cuya magnitud estaría entre 7 y 12. Su diámetro sería un tercio del solar y una luminosidad de una milésima del Sol. Se cree que la razón por la que una estrella tan brillante como esta que podría verse con binoculares no haya sido descubierta todavía, es que aunque estas estrellas estén catalogadas no hay todavía una medida fiable para compararla a la que se espera de Némesis.
La búsqueda de Némesis continúa en el Observatorio de Leuschner en Layfette California con un telescopio automatizado. Para determinar cuál de las estrellas podría ser la compañera del Sol, se han tomado fotografías de 5000 estrellas rojas junto con sus medidas de desplazamiento aparente en el cielo, determinadas por una segunda fotografía tomada entre 2 y 6 meses después. Un leve cambio de posición indicaría que las estrellas se hallan lejanas, sin embargo un cambio significativo implicaría que la estrella estaría cerca. Se supone que la estrella Némesis se descubrirá en la constelación de Hydra.
Sin embargo, el tiempo pasa y no se encuentran enanas rojas, que cumplan las condiciones de cercanía para Némesis, por lo que esta hipótesis está practicamente descartada. Las esperanzas para Némesis están ahora en cuerpos mucho más discretos: las enanas marrones, astros que brillan por contracción gravitatoria y que no tienen reacciones termonucleares de forma sostenida. Las enanas marrones podrían producir las perturbaciones atribuidas a Némesis en la nube de Oort brillando apenas en el óptico y serían algo más brillantes en longitudes de onda infrarrojas. Actualmente el Observatorio WISE de la NASA, que realiza un observatorio de todo el cielo en el infrarrojo debería ser capaz de confirmar o desmentir la existencia o no de este astro.
Está demostrada que a través de la abundancia en iridio los cometas son una probable causas de cuerpos impactadores en la Tierra. Esta información junto con la periodidad de las extinciones en masa, podría conducir a una mayor aceptación. Esperemos que los futuros seres humanos todavía existan puedan confirmar esta teoría en realidad.
jueves, 18 de febrero de 2010
La hipótesis Némesis - Parte III
Etiquetas: Cometas y Catástrofes, Eventos cósmicos, Meteoritos
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