Associated Press
01/09/08
El huracán Gustav se debilitó a categoría dos el lunes mientras avanzaba hacia la costa de Luisiana, con la amenaza de afectar la zona occidental de Nueva Orleáns, mientras los pocos residentes que se negaron a abandonar la ciudad aguardaban con nerviosismo la embestida de la tormenta con la esperanza de que puedan resistir los diques reforzados tras la devastación causada por el Katrina.
Los meteorólogos esperaban que el centro de Gustav llegue a tierra firme alrededor del mediodía. Katrina descendió hace tres años sobre Nueva Orleáns siendo un huracán de categoría tres, con vientos sostenidos de entre 178 y 210 kilómetros (entre 111 y 130 millas) por hora.
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A las 8:00 de la mañana (1200 GMT), el centro de la tormenta se hallaba a 135 kilómetros (85 millas) al sur de Nueva Orleáns y avanzaba en dirección noroeste a 25 kph (16 mph).
La ciudad de Franklin, a unos 160 kilómetros (100 millas) al oeste de Nueva Orleáns, se preparaba para una embestida directa del Gustav, si el huracán continúa su rumbo actual. Decenas de agentes de policía, junto con policías estatales y guardias nacionales aguardaban en un centro de operaciones de emergencia dentro de un tribunal.
Las personas que atendieron las advertencias hechas durante varios días estaban guarecidas en refugios y hoteles a varios cientos de kilómetros (millas) de Nueva Orleáns con la esperanza de que el Gustav pase sin causar la devastación de Katrina.
Gustav mató al menos a 94 personas durante su paso por el Caribe.
Alrededor de dos millones de personas abandonaron el sur de Luisiana, mientras decenas de miles salieron de las costas de los estados de Misisipí, Alabama y Texas ante el recuerdo todavía doloroso de los 1.600 muertos que dejó Katrina en la zona en el 2005.
Nueva Orleáns parecía cada vez más un pueblo fantasma mientras miles cumplían con una orden de evacuación obligatoria ante la posible llegada del Gustav.
La tormenta podría traer consigo oleajes de hasta 4,27 metros (14 pies) de altura y precipitaciones de hasta 51 centímetros (20 pulgadas). Katrina provocó oleajes de ocho metros (25 pies).
Policías y tropas de la Guardia Nacional recorrían la ciudad para prevenir el clima de ausencia de leyes y caos que siguió a Katrina hace tres años.
El alcalde de Nueva Orleáns, Ray Nagin, instituyó un toque de queda desde el anochecer hasta el amanecer, que continuará hasta que Gustav haya cesado su actividad en la región. El toque de queda permite a las autoridades arrestar a residentes si no se hallan en sus propiedades.
"No se permitirán los saqueos", dijo Nagin. "Los saqueadores irán a parar directamente a la cárcel".
Nagin, quien calificó a Gustav como "la madre de todas las tormentas", ordenó la evacuación obligatoria a partir del domingo por la mañana para la margen occidental de la ciudad, la más vulnerable.
Por otra parte, en Washington, el presidente George W. Bush decidió no asistir a la Convención Nacional Republicana el lunes y viajará en cambio a Texas para reunirse con empleados de grupos de emergencia y evacuados, a medida que Gustav avanza.
Luego de recibir información el domingo de la Agencia Federal de Administración de Emergencias, Bush pidió a los residentes de áreas por donde podría pasar la tormenta que acaten las órdenes de las autoridades locales y evacuen sus viviendas.
"No se pongan en situaciones de peligro ni hagan que los trabajadores de grupos de rescate tomen riesgos innecesarios", dijo. "Y sepan que el pueblo de Estados Unidos está con ustedes. Enfrentaremos la emergencia juntos".
lunes, 1 de septiembre de 2008
Gustav baja a categoría dos frente a costa de Luisiana
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