lunes, 17 de agosto de 2009

Réquiem por las abejas

Raquel Carcedo
El Mundo
17/08/09

La mortandad de las abejas es un problema que preocupa desde hace tiempo a los apicultores


Aunque la causa de la desaparición de estos insectos no está del todo clara, parece que es la suma de varios factores lo que hace que cada vez haya una menor presencia de ellas en las colmenas.

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Réquiem por las abejas
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Uno de esos factores es el ataque del parásito asiático 'Nosema ceranae', causante de una enfermedad llamada Nosemosis, que ataca al aparato digestivo de las abejas obreras, de los zánganos y de la abeja reina. Una vez ahí, destruye las células epiteliales, responsables de la asimilación, provocando que no se aproveche el alimento ingerido de forma adecuada.

Para evitar que el 'Nosema ceranae' aparezca, es preciso impedir el exceso de humedad dentro de las colmenas, favorecer una población en ellas, cambiar de reina cada dos años y realizar, una vez al año, un muestreo de abejas para su análisis en el laboratorio.

La Varroa es otra de las principales causas de la desaparición de las productoras de miel. Este ácaro absorbe la hemolinfa del insecto reduciendo su peso y disminuyendo sus proteínas. La hembra deposita sus huevos en las celdas de los zánganos y de las abejas obreras, a las que deforma sus alas, impidiéndolas volar.

La desaparición de estos insectos se debe a que aquellas que son infectadas, en el momento en el que se sienten débiles, se alejan de la colmena obedeciendo a un mecanismo de defensa. Así, mueren lejos de sus hogares y son comidas por reptiles y otros insectos, sin dejar ningún tipo de rastro.

Tanto los pesticidas -que desorientan a las abejas, impidiéndolas poder volver a su colmena- como los cambios en la climatología o las ondas radioeléctricas de las antenas de telefonía móvil y de los cables de alta tensión favorecen, también, la bajada del número de colmenas y del número de abejas acogidas en las pocas que sobreviven.

El estrés es otro de los factores que incide en esta desaparición, pues el uso excesivo de productos químicos en las plantas y la disminución de variedad de las mismas a las que tienen acceso provocan una mala alimentación y la pérdida de fortaleza, que hace que mueran en sus visitas al bosque en busca de polen.

Ante esta situación, y después de conocer el resultado del programa de investigación para determinar las causas de dicha mortandad llevado a cabo desde 2006 y durante tres años realizado por el Ministerio de Medio Ambiente, los apicultores aseguran no saber qué hacer: "No nos han proporcionado un remedio para evitar todos estos males", comenta Florencio Chicote, Presidente de la Asociación de Apicultores de Burgos.

El Ministerio de Medio Ambiente destinó un millón y medio de euros a esta investigación y para los próximos tres años se van a invertir otros 750.000 para continuar la investigación en la misma línea.

Y es que, las abejas poseen una enorme importancia en el desarrollo de los cultivos. Su desaparición supodría unas grandísimas repercusiones en la aniquilación de los mismos, pues las abejas ejecutan el 80% de la polinización entomófila.

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